Lula se compromete a sancionar la ley de casinos y juego del bicho si es aprobada por el Senado

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha tomado una decisión considerable respecto a la legalización del juego en el país sudamericano. Lula confirmó que, si el Senado aprueba el Proyecto de Ley que legaliza los casinos, el bingo, el Jogo do Bicho y las apuestas de carreras de caballos en locales específicos, él firmará esta legislación. Esta medida sigue a la aprobación del proyecto por parte de la Comisión de Constitución y Justicia (CCJ), marcando un avance importante hacia la regularización de una industria largamente debatida en Brasil.

El líder del Partido de los Trabajadores enfatizó que no ve razones para bloquear la legalización, aunque expresó reservas sobre su efectividad para impulsar la economía y crear empleos de manera significativa. En sus palabras, Lula destacó: “No creo que los casinos sean lugares donde los pobres gasten todo lo que tienen. Más bien, serán lugares donde los pobres podrán trabajar. Es probable que vean el desarrollo de sus ciudades, pero no necesariamente visitarán los casinos, ya que estos son más accesibles para personas con recursos económicos”.

La Asociación Nacional de Juego y Loterías (ANJL) celebró este avance legislativo como un hito importante para el mercado brasileño. En un comunicado oficial, la ANJL afirmó que la legalización traerá una nueva fuente de ingresos a la economía de manera transparente y bajo la supervisión del Estado. Además, la asociación se comprometió a promover un ambiente regulado e íntegro que posicione a Brasil como uno de los principales mercados de la región en la industria del juego.

Desde la perspectiva de la ANJL, las actividades relacionadas con el juego no solo generan empleos, sino que también dinamizan el turismo y contribuyen al desarrollo económico local. Este paso hacia la legalización, según la asociación, ayudará a Brasil a alinearse con las prácticas internacionales y a aprovechar el potencial económico de un sector que ha sido objeto de debate por sus implicaciones sociales y económicas.